Experiencia personal, redactada por los padres de un paciente de 12 años, alérgico a proteínas de leche de vaca con alto grado de sensibilización, que ha terminado el tratamiento de desensibilización de alto riesgo en marzo de 2013Nuestra experiencia como padres de Carles después del tratamiento

Nuestro hijo Carles seguirá siendo alérgico a la proteína de leche de vaca, pero hoy sabemos que llega a tolerar 200 ml. de leche en una toma, con algunas precauciones de momento (no beberla sin haber comido antes, no hacer ejercicio después y tener a mano el antihistamínico y la adrenalina por si acaso) y eso te da una tranquilidad enorme. Podemos ir sin reticencias a un restaurante (antes era una auténtica pesadilla), salir de vacaciones o ir a una fiesta de cumpleaños sin tener que llevar su merienda, dejarlo a dormir en casa de un amigo o ir de colonias sin pasar el día pegados al móvil por si pasaba algo, podrá quedarse al comedor escolar sin tener que estar cada inicio de curso explicando qué no podía comer, …. En fin, una serie de actividades que antes tenía muy restringidas a causa de su alergia. Un nuevo enfoque, más libre, de su vida.

Durante el tratamiento ha habido momentos duros pero también muy felices. Él no ha sufrido ninguna reacción que haya requerido adrenalina, aunque sí algún que otro malestar que la mayoría de las veces se le ha pasado al cabo de un rato sin más, y otras con algún antihistamínico oral. Y con cada aumento de toma, con cada introducción de algún nuevo alimento antes prohibido, primero temor, y después felicidad al ver que todo había ido bien. Vas cogiendo confianza, aunque siempre te queda algo que te hace estar alerta….. De todos modos, sabíamos que podíamos llamar en cualquier momento a la doctora si pasaba algo y que ella nos iba a guiar.

El campeón sin duda ha sido Carles, que pacientemente ha ido superando todos los temores iniciales y molestias, sin duda es él quien más ha tenido que luchar para llegar a este momento. Nosotros le hemos dado los medios necesarios, hemos estado a su lado y le hemos acompañado y animado en todo momento. Ha sido una auténtica movida en cuanto a logística se refiere, hemos tenido que alterar la rutina escolar y de actividades extraescolares, tanto de él cómo de su hermana, y hemos contado con la ayuda de abuelos y la comprensión de suhermana.

Pero a quien debemos este logro sin ninguna duda es a la Doctora Ángela porque ella ha nos ha infundado, con realismo, la creencia de que era posible llevar una vida prácticamente «normal» a pesar de ser alérgico. Probablemente dentro de un tiempo, cuando ya hayamos interiorizado la leche en la dieta de Carles recordaremos esta experiencia como algo que pasó hace muuuchos años y que parece mentira que hubo un tiempo en que no podía comer ni una galleta envasada, ni un helado o una chocolatina, y que teníamos que ir a todas partes preguntando qué lleva este alimento, dando explicaciones continuamente. Y este radical cambio ha sido posible gracias al tratamiento de desensibilización,al equipo de alergología de la Dexeus y, sobre todo, a la Doctora Ángela.

GRACIAS Ángela, muchas gracias por tu dedicación, tu profesionalidad y tu fuerza interior. Esperamos que la experiencia con Carles sirva a otros niños y niñas con un problema similar y, desde luego, te deseamos muchos, muchísimos éxitos.