UNA PRIMAVERA ATÍPICA
Este año 2020, con motivo de las restricciones de movilidad provocado por el estado de alerta sanitaria por el coronavirus, ha sido diferente para los alérgicos a pólenes.
Aunque los niveles de pólenes no han sido bajos, las restricciones han provocado menores niveles de contaminación en el aire, a lo que se suma que hemos estado menos expuestos al aire libre por el confinamiento.
Ahora continúan niveles altos de algunos pólenes, como el de Parietaria en el aire de Barcelona. Este polen puede encontrarse en el aire durante gran parte del año desde febrero hasta noviembre, aunque suele hacer dos picos más fuertes coincidiendo con los meses de primavera y septiembre-octubre.
La Parietaria judaica es la especie que más problemas de polinosis genera en nuestra zona. Son plantas pelosas que no sobrepasan los 50 cm de altura. Suelen crecer en las paredes y muros, orillas de caminos por ejemplo.
Pueden provocar un amplio abanico de síntomas que van desde locales en forma picor ocular, nasal, ótico o palatino además de estornudos, hasta síntomas bronquiales en forma de tos y asma. La evaluación por un alérgologo permitirá hacer un diagnóstico del polen causante y recomendar el mejor tratamiento en cada caso, que permita controlar los síntomas en primer lugar y valorar el tratamiento curativo a largo plazo, para evitar que cada año reaparezcan los síntomas.