ALERGIA AL POLEN

Como cada primavera las personas alérgicas al polen de árboles y plantas están ya empezando a notar los síntomas propios de la alergia respiratoria (rinitis, conjuntivitis y asma bronquial). La primavera del 2014, desde el punto de vista alergológico, ya se ha iniciado hace semanas con niveles de polinización récord este año para el polen del ciprés, que aunque suele ser un polen invernal, este año ha retrasado su aparición. En breve se iniciará la llegada de otros pólenes importantes en nuestra zona geográfica como el Platanero, la Parietaria, las Gramineas y el Olivo, cuya intensidad de polinización dependerá en gran medida de las condiciones meterológicas en las próximas semanas.

Cada planta o árbol tiene un periodo de polinización concreto en unos meses determinados que puede variar ligeramente de año en año pero siempre se mantiene más o menos estable en una época determinada.

En cuanto al nivel de polinización , éste puede variar de forma más evidente
en función de las condiciones meteorológicas. Las lluvias intensas en las semanas previas   provocan una mayor polinización, provocando que los alérgicos a ese determinado polen noten mayor sintomatología ese año en concreto. Esto ha sucedido este año con la polinización del ciprés que está a niveles máximos desde hace unas semanas, como ya han venido notando las personas alérgicas a este polen. Así mismo, una vez se ha iniciado la polinización de un determinado polen y han parecido ya síntomas en las personas alérgicas al mismo, la lluvia intensa puede acabar eliminándolo de la atmósfera y reduciéndose drásticamente la intensidad de la sintomatología de las personas alérgicas. La predicción del nivel de polen semanal llevado a cabo por la Xarxa Aerobiològica de Catalunya puede consultarse en la web lap.uab.cat/aerobiologia o bien a través de dispositivos móviles utilizando la aplicación Al K Polen.

La alergia al polen se puede manifestar como:

rinitis alérgica: congestión o taponamiento nasal, estornudos, mucosidad nasal o faringea y picor nasal, de garganta de paladar o de oidos
conjuntivitis alérgica: enrojecimiento ocular, lagrimeo, picor ocular
asma bronquial: tos, dificultad para respirar o falta de aire, sibilantes o pitos en el pecho, sensación de opresión torácica

La alergia puede aparecer por primera vez a cualquier edad y puede ir intensificándose de año en año. Se trata de una enfermedad crónica que se presenta cada año, aunque variando la intensidad de los síntomas en función del nivel de polinización de ese año en concreto, pero no desaparece e incluso puede ir agravándose con el tiempo. La rinitis alérgica es un factor de riesgo para el desarrollo de asma bronquial y por ello es importante tratar la rinitis de forma precoz previniendo la aparición de asma bronquial. Actualmente se considera que la rinitis y el asma son una única enfermedad de la vía aérea.

Es importante acudir a un especialista en alergología para llevar a cabo un diagnóstico correcto y prescribir un tratamiento eficaz. Aunque ya se haya iniciado la polinización y ya hayan aparecido los síntomas es importante no demorar la consulta al especialista para optimizar al máximo el tratamiento durante esta primavera y minimizar la intensidad de la alergia. Así mismo es importante iniciar cuanto antes el tratamiento preventivo para frenar la aparición de la alergia en los próximos años.

El estudio alergológico incluye las pruebas funcionales que miden el grado de obstrucción nasal y bronquial y las pruebas cutáneas con los diferentes alergenos ambientales (pólenes , ácaros del polvo, hongos, epitelios de animales) para diagnosticar con exactitud la causa de la alergia respiratoria. Es un método seguro y con una alta fiabilidad que se puede realizar a cualquier edad y en cualquier época del año, independientemente de si el paciente presenta síntomas o no en ese momento.


El tratamiento de la alergia respiratoria se basa en tres pilares:

  1. Tratamiento preventivo que incluye medidas de evitación para los alergenos. En el caso del polen al ser un alergeno que queda suspendido en la atmósfera, la evitación es complicada pero existen algunas recomendaciones útiles.
  2. Tratamiento sintomático con medicación que alivia los síntomas mientras se administra pero que no impide que los síntomas rebroten al suspenderla y volver a exponerse al alergeno. Incluye tratamiento local (sprays nasales en la rinitis, colirios en la conjuntivitis, inhaladores en el asma) o tratamientos orales en forma de antihistamíncos en comprimidos.
  3. Tratamiento de la causa mediante inmunoterapia específica o vacunación antialérgica. Es el único tratamiento específico capaz de modificar la evolución natural de la enfermedad alérgica respiratoria (rinitis, conjuntivitis y asma bronquial), consiguiendo que mejoren los síntomas de la enfermedad , se reduzca el uso de medicación sintomática y se frene el progreso de la enfermedad, ya que la rinitis es un factor de riesgo para el desarrollo de asma.